Cómo funciona la inducción

Las cocinas vitrocerámicas en general han adquirido una posición predominante en una gran mayoría de cocinas y es que, sin ningún tipo de duda, las mismas proporcionan un nivel de prestaciones y de comodidad muy elevado y por ello han ido desplazando a otros tipos de cocina con el tiempo, uno de los tipos de cocina vitrocerámica es la cocina por inducción y en este artículo vamos a visualizar cómo funciona la inducción.

Las cocinas de inducción tienen unas características particulares que las hacen muy interesantes y bien podemos decir que en el momento actual las cocinas de inducción en particular y las cocinas vitrocerámicas en general ya han dejado de ser un producto de lujo y llegan a todas las capas de la sociedad. Ahora es fácil encontrar cocinas de inducción a muy buen precio y resultan muy accesibles a todos los niveles.

Cómo funciona la inducción en las cocinas desde el principio

Las cocinas de inducción basan su funcionamiento en calentar mediante campos electromagnéticos en lugar de hacerlo por resistencias. En esencia puede decirse que el saber cómo funciona inducción en una cocina pasa por comprender este elemento básico y esencial.

Ahora bien, de cara a la persona interesada en conocer cómo funciona la inducción seguro que desea conocer en la práctica como se traduce algo, a priori muy técnico, como resulta el decir que un tipo de cocinas vitrocerámicas funcionan mediante campos electromagnéticos como es el caso de las cocinas de inducción mientras que las que no resultan de inducción funcionan mediante el calentamiento a través de resistencias.

Bien la traslación directa y práctica de ello es que mientras las vitrocerámicas convencionales se calientan todas ellas y a todo con lo que entran en contacto, las cocinas vitrocerámicas de inducción tan sólo calientan aquel recipiente con el cual entran en contacto en el momento de cocinar dado que es con el cual generan el campo electromagnético.

Lo anterior juega a favor de las cocinas de inducción pues, además de ofrecer algunas ventajas de comodidad y otras, puede decirse que las cocinas de inducción tienen la capacidad de generar un mejor aprovechamiento energético pues la dispersión de la energía provocada es mucho menor.

En el párrafo anterior se ha mencionado que algunas de las ventajas de la vitrocerámica de inducción es que las mismas pueden ser más cómodas al no quemar al tacto y que generan una menor dispersión del calor lo que redunda en un mejor aprovechamiento del mismo, pero las mismas también pueden tener sus propios inconvenientes y uno de los más evidentes que en las mismas no todos los utensilios de cocina serán válidos.

Para poder cocinar encima de una cocina vitrocerámica de inducción el recipiente en cuestión deberá ser “compatible” con el funcionamiento de la inducción, es decir deberá ser capaz de tener esa capacidad de realizar esa conexión electromagnética entre la base de la cocina y el mismo, ello descarta utensilios de cobre, cerámicos, de cristal, barro o aluminio entre otros, en realidad descarta todo aquel utensilio que no disponga de material ferromagnético en su base.

Tal y como se ha venido mencionando, las cocinas vitrocerámicas en general han visto caer sus precios en las últimas décadas y han pasado de ser un producto casi de lujo hace ya muchos años (tal y como se sucedido con tantas otras tecnologías) a ser un producto de gran consumo para todo tipo de públicos y ello ha sido así en todos los tipos de vitrocerámicas, incluidas las cocinas de inducción, pero en el caso de estas últimas cabe señalar que si bien resulta cierto que han adquirido unos precios muy bajos dichos precios se sitúan aún en el doble de lo que puede costar una cocina vitrocerámica convencional que no sea de inducción.

funcionamiento de la inducción electromagnetica

Lo expresado en el párrafo anterior puede ser visto como un hándicap para las cocinas de inducción y evidentemente un precio más elevado que sus primas hermanas supone un punto en contra de las cocinas de inducción en contra de las que son vitrocerámicas pero que no son de inducción. Ahora bien, si lo analizamos un poco más en detenimiento, se puede decir que aquello que a priori puede parecer una desventaja también puede ser una ventaja, también puede ser un punto a favor de las cocinas de inducción.

Y es que, a colación de lo dicho en el párrafo anterior, no puede negarse que debido a cómo funciona una inducción las cocinas de inducción generan un ahorro energético importante comparado con las que no son de inducción ello hace que el coste más elevado que puede pagarse por las mismas resulta rápidamente amortizado y que no pueda ser considerado como un coste extra o un gasto sino cómo una inversión que a lo largo de la vida útil de la cocina será recuperada holgadamente.

Otras consideraciones sobre las cocinas de inducción

Cuando se piensa en cocinas de inducción se piensa en algo relativamente novedoso, se piensa en algo que se ha venido desplegando en los últimos años y esa es una verdad a medias. Cierto es que las cocinas vitrocerámicas en general y que las cocinas de inducción en particular se han popularizado en la mayoría de cocinas de los hogares familiares a lo largo de los últimos lustros, pero también resulta igualmente cierto que la tecnología en sí misma no es precisamente algo novedoso.

En realidad para conocer los orígenes de la inducción y para conocer las bases concretas de cómo funciona la inducción debemos remontarnos un siglo, concretamente debemos remontarnos a principios del siglo pasado para ver los primeros pasos en la, por aquel entonces, novedosa tecnología y si queremos empezar a ver su despliegue real debemos dirigirnos a suelo estadounidense y debemos hacerlo a mediados del siglo XX, ya que fue por aquel entonces cuando se empezaron a preparar los primeros prototipos funcionales de las cocinas de inducción, y del mecanismo de inducción en general, si bien en esos momentos dichos prototipos no llegaron a cuajar y no llegaron al mercado.

La inducción empezó a hacer su incursión en el mercado en la década de los setenta del siglo XX y lo hizo también en los EEUU, una entrada en el mercado que tal y como ya se ha mencionado, como se ha mencionado y como resulta lógico lo hizo con unos precios extremadamente altos que la alejaban del gran público y que, si bien la base podía ser la misma, las que en ese momento salieron al mercado estaban a años luz de los desarrollos y tecnologías de los modelos actuales.

Otras características muy interesantes de mencionar sobre el funcionamiento inducción es que además de gozar de un mucho mayor aprovechamiento energético lo que redunda en un mucho menor consumo energético (sea cual sea el tipo de energía que utilice para su funcionamiento: electricidad o gas) son, por ejemplo, que las mismas no sólo consumen menos, sino que calientan mucho más rápido que sus homologas que no tienen carácter inductivo.

Concretamente, si se cogen dos modelos pares de cocinas vitrocerámicas y una de ellas es de inducción y la otra no lo es, en el primero de los casos esta tendrá un rendimiento a nivel de ser capaz de actuar el doble más rápido que la segunda. Si a ello le sumamos los ahorros energéticos que pueden llegar a alcanzar cifras del ochenta por ciento en el caso de las que funcionan con electricidad y de una horquilla que se mueve entre el cuarenta y el sesenta por ciento de ahorro en el caso de las cocinas de inducción con funcionamiento a gas podemos ver que el coste mayor que antes se mencionaba es en realidad una buena inversión.

Para finalizar, mencionar algunas de las prestaciones más ventajosas que incorporan un gran número de modelos modernos del mercado destacando que tan sólo se van a mencionar algunas de las opciones que se han convertido en casi estándares del sector incluidas por defecto en un gran número de modelos y transversales a todas las gamas de precio y no de funcionalidades exclusivas de modelos determinados o de las gamas más avanzadas. Ello no supone que todas las cocinas de inducción tengan dichas prestaciones, pero si que significa que muchas de ellas las incorporan con independencia de su marca y de su coste.

La mayoría de éstas tiene la capacidad de generar grandes áreas de trabajo a la vez para poder calentar recipientes más grandes sin necesidad de tener que trabajar en zonas dispares. A su vez, también incorporan zonas de focalización de calor para puntos concretos donde sea necesario aportar un grado extra de calor para sellar la carne o para cualquier otro menester.

Siguiendo con lo anterior decir que la mayoría de cocinas de inducción incorporan funciones de bloqueo para prevenir accidentes con niños pequeños, que la mayoría de modelos incorporan función de temporizado, así como de detectado de derrames para apagarla en el caso de que se produzcan y de tratamientos específicos para facilitar el limpiado, también destaca que muchas incorporan funciones de pausa para apagar la placa y al encenderla otra vez hacerlo a la misma temperatura que se había dejado hace unos instantes.

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